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Mostrando entradas de septiembre, 2014

Carta a Melendi: lamento y condeno tu desmedido y grosero ataque a los periodistas

Estimado Melendi . "Es muy fácil romper y destruir. Los héroes son aquellos que hacen la paz y construyen". Son palabras de Nelson Mandela que te regalo para ver si te sirven de inspiración tanto como a mí. Te escribo después de haber leído noticias sobre los insultos y amenazas que has sufrido en Madrid. Lo lamento y condeno. Pero también lamento y condeno que hayas publicado una canción ( #OtroLíoDeMelendi ), que supone un desproporcionado, absurdo, desatinado, insolente, descortés, irreverente, disparatado, desmedido y grosero ataque al Periodismo y a los periodistas. Una falta de respeto a todos los que se han dejado la vida y se están dejando la piel por cumplir honestamente con su vocación periodística, en defensa de los derechos humanos y de la libertad. ¿Reflexionamos? 

Periodismo de datos frente al periodismo selfie

¿Tú qué tipo de periodismo ves o haces? Existen comunicadores narcisistas, que parecen adictos a la autofoto, al "selfie". Se sienten estrellitas, alejados cada vez más de la vida real, recreándose y relamiéndose frente a su querido espejito mágico de la fama. Y también hay muchos periodistas de raza, auténticos, de pura cepa, de vocación, de respeto, de búsqueda de la verdad, de contrastar, con honradez, ética y conciencia, con afán de servicio. Este domingo,  Ana Pastor regresa a la televisión con su programa "El Objetivo" en "laSexta". ¿Reflexionamos 5 minutos?

Periodistas endiosados que comunican mal, no saben o no quieren conversar

Murmuraciones. Griteríos. Insultos. Amenazas. Sectarismo. Son las sensaciones que provocan numerosas tertulias de televisión y radio. Ya sea sobre política, deporte o cotilleos. En España y en otros países. Son periodistas con prejuicios que tampoco ven, ni escuchan (más allá de oír), ni conversan. Traicionan su misión de comunicar y se dejan seducir por bochornosos espectáculos que solo generan ruido. Lamentablemente, justifican toda esa carnaza, peleas y escándalos porque multiplican la audiencia y, por tanto, los ingresos. Pero, ¿merece la pena desprestigiar así el Periodismo, arrastrar esa perversa y viciosa comunicación a la sociedad? Sigue leyendo para razonar y ver ejemplos de cómo combatirlo desde tu propia casa para reordenar nuestras cabezas.