#KiyiyaVuranInsanlik ("La humanidad se estrella contra la orilla") es la etiqueta que ha invadido las Redes Sociales tras un suceso que ha conmovido al mundo entero. Porque absolutamente a nadie han dejado indiferentes las fotografías de Aylan Kurdi, el niño sirio kurdo de 3 años muerto en la orilla de una playa turca cuando intentaba alcanzar las costas de una isla griega en un bote. También fallecieron su hermano de 5 años y su madre, junto a otras 8 personas más. Estremecedoras. Impactantes. Terribles. Trágicas. Tristes. Duras. Crudas. Brutales. Conmovedoras. Espantosas. Aterradoras. Escalofriantes... Pon tú los adjetivos. ¿Las habrías publicado? El debate deontológico queda abierto. Resulta evidente que esas imágenes testimonian el drama de la oleada de familias que huyen de las guerras o de la pobreza para refugiarse en Europa. El efecto ha sido inmediato, demoledor, al remover millones de conciencias. Como la tuya, como la mía y, esperemos, las de las autoridades
Reflexiones sobre Periodismo y Comunicación de calidad y valor. Se apoyan en más de 30 años de experiencia personal en gabinetes, agencias, periódicos y televisiones. Intenta despertar conciencias, recordar quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos... Y, especialmente, acompañar a los profesionales para sentir que no estamos solos en esta feliz lucha por servir a la sociedad, sembrando un poquito de paz y alegría a nuestro alrededor, ahogando el mal en abundancia de bien.