"El buen Periodismo en España se ha empobrecido". Dura sentencia del presidente de la Academia de la Televisión, Manuel Campo Vidal, durante las honras fúnebres de la periodista Concha García Campoy. ¿Realmente vivimos un Periodismo y, como fiel compañera de viaje, una Comunicación Corporativa pobre? Aprovechándonos del título de aquella exitosa serie de televisión "Hombre rico, hombre pobre", que en los años 1976-77 ganó cuatro premios Emmy, también podríamos reflexionar con ejemplos de "Periodismo rico y Periodismo pobre", descubriendo hacia dónde va nuestra profesión. A continuación, veremos unos casos actuales que pueden demostrar esa miseria. Pero acabaremos con dos modelos de comunicadoras, recientemente fallecidas, como la antes mencionada, que también han confirmado con sus vidas la existencia de un Periodismo enriquecedor.
Periodista a hombros de una víctima de inundaciones
No todo vale con tal de ganar audiencia. Esa carencia de ética se ha manifestado durante las últimas fechas en situaciones como la del periodista indio que se subió a hombros de una víctima de unas graves inundaciones para retransmitir la noticia. En ese suceso, registrado en la región de Uttarakhand, perdieron la vida más de mil personas. Cuando la cadena conoció lo ocurrido, despidió al personaje. Inhumano.
Más situaciones excabrosas. Las que está provocando el canal de la televisión chilena TVN con su programa "21 días", donde una de sus periodistas experimenta situaciones muy especiales. En uno de sus episodios, fumó marihuana mientras entrevistaba a otros consumidores, jactándose: "Estoy súper volada". Este llamado "docurreality" fue un éxito de audiencia, pero ¿valió la pena? ¿Dónde y cómo obtuvo esa sustancia? ¿Qué mensaje dejó entre los jóvenes o las familias que sufren las terribles consecuencias de las drogas? En otra experiencia extrema, "21 días" puso a otra de sus periodistas a investigar el mundo de la muerte, que examinó cuerpos sin vida y hasta se enterró viva para experimentar en carne propia la sensación de dejar este mundo. Triste.
Periodista se enterró viva.
¿Quién pone el límite? ¿Responsabilidad del profesional o del medio? Manuel Núñez-Encabo, catedrático de Ciencias de la Información y presidente de la Comisión de Arbitraje, Quejas y Deontología del Periodismo de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), declaraba el lunes pasado que "las carencias éticas del periodismo actual provienen, fundamentalmente, de las personas que no son periodistas y ejercen como tales, careciendo por tanto de la formación adecuada". Añadía que esto supone "un grave defecto y una falta de responsabilidad por parte de los medios de comunicación, un hecho que puede crear a los ciudadanos un desconocimiento erróneo de la realidad, en relación con los temas de interés público".
Esto que sucede en el Periodismo ocurre en la Comunicación Corporativa. Admitimos "pulpo como animal de compañía" cada vez que respondemos sí a todo sin pensar en sus consecuencias. Tanto el periodista como el dircom debe tener el suficiente criterio como para guiar a los directivos, asesorar y, en determinados momentos, atreverse a decir que no. Ni los intereses personales ni los económicos pueden ni deben estar por encima de la moral. Jamás. De ahí que sea tan oportuna la labor de autorregulación que lleva a cabo la Comisión de Arbitraje de la FAPE donde los ciudadanos pueden acudir cuando sientan que un medio o un periodista ha vulnerado los principios del código deontológico.
Josefina Carabias y Pilar Narvión, derecha (foto archivo personal de Narvión publicada en Rtve.es).
¿Y los modelos? Dos mujeres ejemplares que recientemente nos decían adiós. Primero, la periodista Pilar Narvión Royo (Alcañiz, Teruel, 30 de marzo de 1926) fallecía el pasado 7 de julio en Madrid. Fue una de las pioneras del periodismo español, tal como se conoce hoy, junto con Josefina Carabias y Pura Ramos, entre otras. Empezó a escribir a los 13 años en la revista "Domingo" y estudió en la Escuela de Periodismo, en su quinta promoción. Fue la primera mujer que hizo crónica política en España. Fue corresponsal en Roma y París del diario "Pueblo", periódico del que llegó a ser subdirectora. En 1973, se convirtió en la primera galardonada con el Premio Víctor de la Serna de la APM. Durante sus últimos años de profesión, se dedicó principalmente a la crónica parlamentaria. Sus compañeros resaltan su capacidad de análisis y su destreza con los idiomas.
La segunda, quien hablábamos al inicio: Concha García Campoy. Plena de virtudes humanas y profesionales. Luchó con entereza hasta el final, sin perder nunca el ánimo. "Honestidad, lealtad, generosidad, valentía y humildad" adornan su figura, apunta Campo Vidal, quien afirma que se ha convertido en un "referente imprescindible" para todo el Periodismo. "Profesión, familia y dignidad: esas fueron sus banderas", concluye.
El mundo de la Comunicación ha dicho hasta pronto a Concha García Campoy. Ahora, como mejor homenaje a tan sobresalientes mujeres, pensemos primero que podemos ser donantes de médula ósea, por ejemplo a través de la Fundación Josep Carreras contra la leucemia. Y después, que siempre debemos respetar los valores éticos de nuestra profesión de periodista en un medio o en un gabinete, como dircom. Defendiéndolos en grado heroico, si fuera necesario. Por nuestra conciencia, por una sociedad mejor.
¿Y tú? ¿Conoces más casos de Periodismo rico o de Periodismo pobre? ¿Estás a favor de la autorregulación? Anímate a comentarlo o compartirlo. Además, te invito a suscribirte para leer más reflexiones de actualidad en busca de una Comunicación Corporativa de valor, calidad y rentable. Hasta el próximo sábado, si Dios quiere... Y vuela alto.
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