¿Cuánto tiempo pasas en Facebook cada día? ¿Cuántos mensajes mandas o recibes por WhatsApp? ¿Lo usas al comer? ¿Viendo la televisión? ¿De excursión? ¿Al irte a la cama? Por el contrario, ¿cuándo y cómo te comunicas con tu pareja, familia y amigos? ¿Realmente esas conversaciones son cara a cara, con los cinco sentidos centrados en la otra persona? Atención porque la epidemia "phonbie" se extiende entre adolescentes y adultos con el comprobado peligro de que un uso descontrolado se relaciona directamente con conductas de riesgo: el consumo de drogas y alcohol, agresividad y tendencias suicidas. ¿Qué locura de comunicación vivimos o sufrimos? Mira a tu alrededor o frente al espejo. ¿Somos muertos vivientes? Te invito a analizarlo con datos y dos vídeos.
Case Western Reserve University elaboró un estudio entre 4.400 alumnos de institutos en Estados Unidos (“Hyper-texting and hyper-networking: A new health risk category for teens?”). Conclusiones del trabajo que difundía Aceprensa: entre los que abusaban de los mensajes a través del móvil, enviando más de 120 por día lectivo, un 90% era más frecuente que tuvieran 4 o más parejas sexuales; se veían involucrados en peleas un 55% más que sus compañeros; consumían alcohol asiduamente en un 41% más de casos; fumaban más (40%) y recurrían a las drogas con mayor frecuencia (41%).
Droga, sexo, estrés, depresión...
Escalofriantes también eran los datos de quienes se conectaban durante más de 3 horas diarias a las Redes Sociales: consumían más droga (84%), se peleaban más (94%) y tenían cuatro o más parejas sexuales (60%). Y más: las personas hiperconectadas son más influenciables por la presión de sus compañeros y están asociadas a un mayor índice de estrés, depresión, tendencias suicidas, problemas de sueño y consumo excesivo de televisión.
Muertos vivientes por el móvil
Mucho más actual es la campaña www.thephonbies.com, una iniciativa que promueve la Fundación SmileStone y Protégeles, en colaboración con la Comunidad de Madrid. Alerta sobre la epidemia "phonbie": "Un ser humano que ha perdido su condición de persona tras ser infectado por un virus que toma el control de sus actos a través de los dispositivos móviles". Además, te da la opción de comprobar "tu nivel de infección, o el de tus amigos" en menos de un minuto respondiendo a esta pregunta: "¿Cada cuánto compruebas tu móvil para ver si hay novedades en tus Redes Sociales, en tu WhatsApp, llamadas perdidas…?" Eligiendo una de estas respuestas: "Hay días que ni enciendo el móvil. Un par de veces al día. De vez en cuando. Cada vez que oigo un pitido o siento un zumbido…¡muchas veces! ¡Jamás suelto el móvil!". Luego, la misma web te ofrece soluciones para combatirlo. Mira el terrorífico spot:
Ojo con Facebook o Tuenti
Las Redes Sociales son tan atractivas, tan mágicas... Historias propias o de nuestros amigos con fotos y vídeos que muestran vidas emocionantes, repletas de felicidad, ideales... Pero ¿son todas ciertas? ¿Son todas reales? Así lo refleja con crudeza “What’s on your mind?”. El mensaje es contundente: no debemos confiar en todo lo que vemos en Facebook (ni en Tuenti para los adolescentes). No debemos fiarnos siempre de todo lo que nuestros contactos publican a través de sus perfiles en Redes Sociales, ya que es muy posible que en ocasiones estén (estemos) exagerando la realidad. Mira lo que puede pasarte si estás enganchado a tu Facebook:
Pero siempre hay esperanza. Cualquiera de estas angustiosas situaciones son reversibles aplicando esta receta: el sentido común. Usemos las Redes Sociales y los móviles con fundamento. Desconectemos de esos medios el tiempo que haga falta, disfrutando de la comida, del paisaje, del sueño, del deporte, de la compañía, de la mejor comunicación con la otra persona: cara a cara, frente a frente, con los cinco sentidos centrados, saboreando cada detalle.
¿Y tú? ¿Estás infectado? ¿Conoces a alguien que lo esté? ¿Buscamos remedio? Te invito a comentar o compartir estas reflexiones en busca de una comunicación de valor, calidad y rentable. Hasta el próximo sábado, si Dios quiere... Y vuela alto.
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