El testimonio valiente y sereno de los padres de un periodista brutalmente asesinado. El gesto amoroso de dos ancianos que fallecen unidos de la mano después de 62 años juntos. La canción emotiva de un adolescente dedicada a su madre, enferma de cáncer. ¿Dejamos de vernos el ombligo? ¿Miramos más y mejor a nuestro lado? ¿Descubrimos estas y otras historias ejemplares de personas de carne y hueso que pasan muy cerca de ti y de mí casi sin darnos cuenta? Tal vez una compañera de trabajo, un músico callejero... Ellas y ellos comunican valores con plenitud. Son vidas que dan vida. ¿Te atreves a conocerlas y difundirlas?
James Foley, periodista (foto de Nicole Tung).
"Estaba para escuchar la verdad y ser testimonio"
Horas después de que el periodista estadounidense James Foley muriera en Siria, ejecutado por extremistas del Estado Islámico, sus padres (John y Diane) declaraban: "No hay ninguna razón para esta masacre, Jim era un símbolo para nuestro país. Jim estaba allí para escuchar la verdad y ser testimonio del amor y el sufrimiento (...) Jim tenía un gran corazón (...) Simplemente oramos para que la muerte de Jim pueda traer unidad a nuestro país". También su madre difundía este mensaje: "Nunca hemos estado más orgullosos de nuestro hijo Jim (…) Damos las gracias a Jim por toda la alegría que nos dio. Fue un hijo, hermano, periodista y persona extraordinario (...) Pedimos a los secuestradores que perdonen la vida al resto de los secuestrados. Como Jim, son inocentes".
Don y Maxine pasaron sus últimas horas de la mano (foto de Melissa Sloan).
62 años de entrega
Hablemos ahora de Don y Maxine Simpson. Abrazaron la muerte con naturalidad, unidos de la mano, con apenas unas horas de diferencia, exprimiendo la promesa de amor incondicional que se hicieron 62 años antes. La fotografía la hizo pública una de sus nietas, Melissa Sloan. Así lo explicaba: "Yo ya sabía que esto iba a suceder. Mis abuelos siempre estuvieron juntos, se querían tanto y se adoraban hasta tal punto que era de esperar que muriesen también juntos". Ocurrió hace pocas semanas en California. Ambos sufrían una enfermedad terminal avanzada y eran plenamente conscientes de que se les agotaba el tiempo. Lo aprovecharon revisando fotos, recordando tiempos pasados, entregados el uno al otro hasta el último aliento.
Contracorriente por amor
Otra historia que comunica amor en su máxima expresión. La conocemos gracias al spot que anuncia una compañía aseguradora de Thailandia, Thai Life Insurance. Está basada en un hecho real: un adolescente utiliza su voz acompañado de una guitarra para ganar dinero en la calle, pagar el tratamiento médico que necesita su madre enferma de cáncer y aliviarla en su dolor, sin importarle las burlas de sus compañeros. Qué fácil es juzgar. Qué difícil navegar contracorriente. Y qué satisfacción hacer el bien. Mira aquí el vídeo:
¿Y tú? ¿Levantas la mirada para comunicar el tesoro que se esconde detrás de vidas que dan vida? Te invito a comentar o compartir estas reflexiones en busca de una comunicación de valor, calidad y rentable. Hasta el próximo sábado, si Dios quiere... Y vuela alto.
Comentarios
Publicar un comentario