#TodosSomosParís. Este hastag basta para reflexionar sobre la sinrazón de los atentados, del terrorismo, de cualquier asesinato o tortura a un ser humano. Ahora es Francia, pero también sufren en muchos rincones del planeta. Por eso, tenemos que añadir #TodosSomosHumanos y grabar a fuego en nuestras cabezas y corazones palabras como respeto, tolerancia, libertad, valor, fe, esperanza, caridad... Porque cada vida, sea donde sea, tiene un valor infinito. De ahí que sintamos estas declaraciones emocionadas del Papa Francisco: "Estoy conmovido, dolorido y rezo (...) No hay justificación. Esto no es humano". ¿Qué podemos hacer los profesionales de la comunicación, el periodismo, las redes sociales, la publicidad o el marketing? "Escribió Oswald Spengler que 'en los momentos decisivos de la Historia siempre hay un último pelotón de soldados cansados que acaba salvando la civilización'. La cita se refiere a los soldados veteranos de tantas guerras del siglo XX, pero creemos que quienes de verdad salvan a la humanidad son esas personas que ayudan a que los demás sigamos creyendo en ella". Tan valioso comentario es de un grupo de jóvenes "con ganas de escribir sobre gente anónima con historias ejemplares": Stolperstein.
Así explican su iniciativa: "La idea de la web es publicar todos los días una historia interesante y positiva. Los protagonistas serán gente de a pie, hombres y mujeres anónimos que en algún momento han hecho algo digno de admiración o de interés, aunque ni ellos mismos sean conscientes. Se trata de compensar las noticias negativas y desanimantes que habitualmente desbordan las portadas con relatos más o menos risueños de personas que nunca serán noticia.
El proyecto pretende ser además una apuesta por el periodismo de calidad: tratará de reunir textos rigurosos, de redacción esmerada y lectura fácil. Evitaremos los juicios de valor y las moralejas porque las historias hablarán por sí solas".
Campos de concentración y piedras
Y de esta forma justifican el nombre: "El 16 de diciembre de 1992, el artista alemán Gunter Deming puso la primera piedra de una iniciativa que pretendía recordar a los judíos que fueron deportados y enviados a campos de concentración en el Berlín del III Reich. Su idea consistió en colocar unas placas de latón de 10 x 10 centímetros en los lugares donde vivían o donde fueron arrestados o asesinados los judíos de la ciudad. En cada placa figuraban los datos personales de uno de ellos. Las placas iban unidas a unos pequeños bloques de hormigón que sobresalen levemente de los adoquines que cubren las aceras de Berlín. Gunter Deming pretendía que los transeúntes tropezaran con ellos. Y los llamó stolperstein: la piedra que hace tropezar al caminante".
Nada que añadir. Todo que pensar y actuar.
Muchas gracias, Mailén, Gonzalo, Carmen, Teresa, Iván, Ana, Brais, Beatriz, Marta, Amparo, Inés, Blanca, Andoni, María, Roncesvalles, Luisfer, Javier, Beatrice, Patricia, Nerea, Claudia, Santi, Anna... Muchas gracias por descubrirnos horizontes nuevos, abrirnos los ojos y despertarnos.
Te invito a comentar y compartir estas reflexiones. Recuerda que desde tu rinconcito también puedes (debes) ahogar el mal en abundancia de bien, ayudando a cambiar el mundo. Comunica y vuela alto.
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