Amamos el Periodismo y la Comunicación apasionadamente, pero ¿más que la vida? ¿Más que a los amigos o a la familia? Esa especie de jungla mediática en la que batallamos a diario tan a gusto nos va hipnotizando, en ocasiones, sin darnos cuenta, hasta el punto de que dejamos de distinguir la fina y peligrosa línea que separa el ejercicio competitivo de un oficio que sirve a la sociedad con la enfermiza "profesionalitis" que castiga a nuestros seres queridos o, más calamitoso aún, el endiosamiento que nos hace creer seres superiores por encima del bien y del mal, cuando en verdad nos mostramos como el rey desnudo del cuento. ¿Cómo detectarlo?
Reflexiones sobre Periodismo y Comunicación de calidad y valor. Se apoyan en más de 30 años de experiencia personal en gabinetes, agencias, periódicos y televisiones. Intenta despertar conciencias, recordar quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos... Y, especialmente, acompañar a los profesionales para sentir que no estamos solos en esta feliz lucha por servir a la sociedad, sembrando un poquito de paz y alegría a nuestro alrededor, ahogando el mal en abundancia de bien.