"10 cosas que los periodistas odian de tu Departamento de Comunicación". Es el título de un artículo difundido por PrNoticias donde se analizan los "errores frecuentes" que supuestamente cometen los gabinetes de Prensa en su relación con los medios: las "reuniones permanentes"; el abuso del "e-mail" y de las llamadas de recuerdo; pensar que los redactores no tienen criterio; el "síndrome de mi hijo es el más guapo"; pedir las preguntas por adelantado; dejar de cumplir con lo acordado; no atender las llamadas; olvidarse de sus necesidades y la falta de coordinación. Pero, ¿y al revés? ¿Han preguntado qué duele más a los profesionales de la Comunicación Corporativa o a los dircom del trato que reciben de los medios? Posiblemente, la falta de respeto a su trabajo y los chantajes.
Allá por los años 80, un inocente becario de Periodismo recibía su primera lección lejos de las aulas, en un periódico de provincias. Después de entrevistar a un líder sindical que criticaba las condiciones laborales de los trabajadores de una destacada empresa, la noticia no se publicaba. El director le razonó: "Ahora no porque nos están contratando mucha publicidad". Ya en pleno siglo XXI, este mismo periodista, algo más curtido, escucha las indicaciones de su superior: "A estas marcas, ni tocarlas. A estas otras, leña". Calla y obedece sin rechistar.
No son casos aislados. Se podrían relatar cientos, miles... Todos con nombres y apellidos. Lamentablemente, siempre han existido y existen medios que han presionado de diversas maneras a organizaciones o entidades para que se anunciaran o realizaran aportaciones económicas. De lo contrario, se arriesgaban a sufrir represalias en forma de ataques o, cuando menos, de un vacío informativo, de que ignoren tus noticias. Cierto es que, en ocasiones, ocurría y ocurre en sentido inverso: gabinetes o dircom que amenazan con retirar su inversión si difunden cierto reportaje o si no dan amplia cobertura a tal evento. ¿Qué nos está sucediendo?
Ryszard Kapuscinski, escritor y maestro del Periodismo, nos dejó muy clarito una verdad indiscutible sobre la que debemos reflexionar una y otra vez: “Las malas personas no pueden ser buenos periodistas”. A lo que se puede añadir, ni buenos profesionales de la Publicidad, de la Comunicación Corporativa, ni buenos dircom, ni buenos directores de medios, si son manipuladores, mentirosos, desleales, soberbios, chantajistas...
Entonces, ¿qué hacemos? Tan sencillo y tan difícil como esforzarnos a diario, cada uno personalmente, por adquirir esas virtudes que nos hagan mejores. Resulta evidente que los caminos del dircom y del periodista no son fáciles. Solemos enfrentarnos con dificultades. Pero no hemos de olvidar que es fuerte quien persevera en el cumplimiento de lo que entiende que debe hacer, según su conciencia; quien no mide el valor de una tarea exclusivamente por los beneficios que recibe, sino por el servicio que presta.
El fuerte, en ocasiones, sufre, pero aguanta sin doblarse ante los zarandeos de la vida. Es paciente, aprende a dominarse para así intentar comprender a los demás, porque sabe que todo encuentra remedio, menos la muerte. Una serenidad que sirve también para actuar con inteligencia. Así, conservando la calma, estamos en condiciones de pensar, de examinar los resultados de las acciones previstas y, con sosiego, decidir con magnanimidad, ánimo grande, saliendo de nosotros mismos en beneficio de todos, sin cicaterías, ni cálculos egoístas.
¿Sueño bucólico? ¿Utopía? La realidad es la batalla diaria por conseguirlo antes que rendirse y perder esa guerra. Lo positivo es que siempre seremos capaces de rectificar los errores cuantas veces sea menester. Además, cualquier corazón, por podrido que parezca, esconde una lumbre de nobleza como el rescoldo entre las cenizas. Y cuando rascas en su interior, a solas, en la intimidad, siempre responde con lo mejor.
Para concluir, les ofrezco saborear este vídeo de Kapuscinski donde habla del Periodismo de tranquilidad, de profundidad, de cómo cambia la tecnología, pero no los valores éticos:
¿Y tú? ¿Has sufrido algún tipo de chantaje como periodista o como dircom? ¿Debemos de luchar por ser mejores personas para convertirnos en mejores profesionales? Anímate a comentarlo. Además, te invito a suscribirte para leer más reflexiones de actualidad en busca de una Comunicación Corporativa de valor, calidad y rentable. Hasta el próximo sábado, si Dios quiere... Y vuela alto.
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