Comunicar sin hablar ni escribir. ¿Has intentado transmitir un mensaje, una idea, una emoción, un sentimiento a otra persona sólo con tus ojos o tus manos? La comunicación no verbal es un conjunto de habilidades habitualmente descuidadas entre periodistas, dircom y entrevistados, cuando debería ser una materia de obligado cumplimiento por todas las consecuencias que puede provocar, positivas o negativas, casi nunca neutras. No entraremos en cuestiones técnicas (para eso están los expertos), sino que intentaremos reflexionar partiendo de tres experiencias particulares que vivió este aprendiz de periodista, allá por los años 80, con un afamado futbolista, un Papa y un político líder.
Jucarrama, entrevistando a Butragueño tras un Osasuna-Real Madrid.
Comenzamos con el delantero del Real Madrid y de la selección española Emilio Butragueño, ahora director de Relaciones Institucionales de ese club. Un ídolo deportivo al que los medios de comunicación calificaban de caballero, siempre respetado por todos. Cierto que costaba sacarle jugo en cada entrevista, pero su elegancia, su amabilidad y cortesía con cuantos le rodeaban transmitían muchos más titulares que sus cortas palabras. Incluso cuando desviaba la mirada, se apreciaba que era más debido a la timidez que al orgullo. ¿Lo comparamos con el calamitoso lenguaje corporal que muestran otros llamados "cracks" del fútbol o estrellas del espectáculo actuales? Posturas desafiantes, cuando no despectivas, formas de vestir o de peinarse extravagantes... Antes, apenas contrataban los servicios de un dircom, o al menos un asesor de imagen. Ahora, con tantos millones de aficionados detrás, esos profesionales son necesarios.
Vayamos ahora con el Papa Juan Pablo II. El mismo comunicador imberbe de antes tuvo un encuentro fugaz con Su Santidad a las puertas del Vaticano, también en el año 1985. Esta vez no hubo palabras. Sin embargo, apenas unos segundos bastaron para descubrir la fortaleza que desprendía al estrechar su mano, a la vez que ofrecía ternura en una mirada directa, transparente, abierta, esbozando una sonrisa sincera, noble, esperanzadora... Tenía carisma.
Unas impresiones totalmente opuestas dejaba el entonces presidente de Castilla y León, José María Aznar, cuando este mismo periodista le conocía en 1989, meses antes de que liderara el Partido Popular. La mano blandita, sudorosa, los ojos pendientes del entorno, despreciando cualquier detalle con aquel redactor de un periódico de provincia. Fue ninguneado. También la publicación y, mucho más grave, los lectores. Qué pésima huella dejó. ¿No tenía entonces un dircom que le orientara o corrigiera? Así podríamos contar cientos de ejemplos de ataques no verbales de numerosos políticos o altos cargos, de uno y otro signo, que aguantan los profesionales de los medios o de los gabinetes.
Foto de José Cuéllar tomada en las Cortes Valencianas
Como vemos, los periodistas suelen padecer maltratos no verbales en el ejercicio de su labor. En ocasiones, por la ausencia de un dircom o, desgraciadamente, por su permisividad. Hasta entre compañeros. Observen, como detalle, la fotografía que ilustra este blog, tomada hace semanas en las Cortes Valencianas por el fotógrafo del diario El Mundo, José Cuéllar (difundida en primera instancia por Txema Rodríguez). En la imagen, se aprecia uno de los palcos reservados para la Prensa, abarrotado, junto al que ocupan las asesoras del partido político gobernante. ¿Así es como los dircom facilitamos el trabajo a los compañeros de los medios?
Concluimos con una entrevista que podría servirnos como referencia de lenguaje corporal en diferentes ámbitos. Nos referimos a la que realizó al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la periodista tinerfeña María Alicia Miranda Reyes, en ese país conocida como Maria Rozman, directora y presentadora del informativo NBC-Telemundo en Denver, Colorado. En declaraciones que recoge el periódico Diario de Avisos, la comunicadora española comenta los entresijos y los preparativos "con unas cincuenta personas controlándolo todo". Destaca que Obama es un hombre "que en persona resulta arrollador", que "al principio bromeamos" y que tuvo la oportunidad de seguir conversando con él fuera de cámara: "Fue de nuevo muy amable. ¡Hasta me dio un abrazo!". Analicen el vídeo y verán cómo cada detalle no verbal comunica y mucho: el escenario, la forma de vestir, de sentarse, el peinado, las miradas, los gestos con las manos... Tanto en Obama como en María. Enhorabuena.
María, entrevistando a Obama (Telemundo Denver, vídeo).
¿Y tú? ¿Has vivido experiencias donde la comunicación no verbal te han hecho sufrir o disfrutar como periodista o dircom? ¿Es un vacío en nuestra formación profesional que debemos cubrir? Anímate a comentarlo o compartirlo. Además, te invito a suscribirte para leer más reflexiones de actualidad en busca de una Comunicación Corporativa de valor, calidad y rentable. Hasta el próximo sábado, si Dios quiere... Y vuela alto.
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