¿Nos creemos dioses? ¿Tan poderosos como para juzgar, absolver o condenar? ¿Nos escondemos detrás de un supuesto título o cargo para criticar y atacar injustamente o con altivez extrema? Mal vamos, si así lo llegamos a pensar o, peor aún, si de esta manera actuamos. Más allá de ser periodista o personaje famoso, para cualquier ciudadano, la premisa de toda convivencia debería tener como pilares la máxima libertad, la máxima responsabilidad y el máximo respeto. Hoy planteamos casos donde una pésima comunicación daña y ataca la dignidad de las personas. ¿Los vemos y analizamos?
Xavi Alonso, Pedrerol y Clemente
Esta semana, la selección española quedaba eliminada en la fase de grupos del Mundial de Brasil. Un jugador emblemático, Xavi Alonso, realizaba unas declaraciones que han levantado una fuerte polémica: "No hemos sabido mantener ese hambre, esa ambición... Mentalmente no estábamos preparados y físicamente estábamos justos". A raíz de tales palabras, el popular periodista Josep Pedrerol ofrecía un contundente editorial en el programa "El Chiringuito" de La Sexta, apoyando al futbolista: "Dijo que les faltó hambre. Así de simple. ¿Y qué? ¿Qué problema hay? Si lo vimos todos, si lo sabemos todos (...) Qué error de Xavi hacer autocrítica. Reconocer que faltó mentalización. Y ahora hay que machacarle (...) ¿Qué quieren algunos? ¿Paños calientes, excusas baratas, mentiras? Así, no avanzaremos. Sin autocrítica no hay salidas. Sin cambios no hay futuro". Vean aquí el vídeo:
¿Recuerdan a Javier Clemente? ¿Entrenador de fútbol de muchos equipos, entre ellos de la selección española? En esta cuenta oficial de Twitter, aparecía el siguiente mensaje (textual): "En Trípoli viendo al PEDREROL buscando culpables . Vete a la mierda eres un IMBECIL y un MEDIOCRE . DIMITE TU MISERABLE". Lamentable. ¿Dónde están aquí las asociaciones y colegios profesionales para defender el derecho al honor y la libertad de expresión de un compañero? ¿Ya han intervenido?
Arcángel y periodistas de Huelva
Otra noticia reciente. Está fechada por la agencia Europa Press el 20 de junio: "La Asociación de la Prensa de Huelva y el Colegio de Periodistas de Andalucía han condenado 'las desagradables palabras, completamente fuera de tono', proferidas por el cantaor Arcángel contra un grupo de periodistas de Huelva y muy especialmente una redactora, recriminándoles el haber hecho preguntas ajenas al espectáculo que presentaba en una rueda de prensa en el Ayuntamiento de Huelva, acompañado por el alcalde de la ciudad, Pedro Rodríguez (PP). Durante el acto, esta redactora y otro compañero hicieron dos preguntas al alcalde sobre temas municipales y aunque Pedro Rodríguez respondió a una de ellas y se ofreció a contestar la otra posteriormente, al concluir la rueda, Arcángel acusó con 'muy mal tono a los periodistas de no tener educación y ser malos profesionales por haber preguntado por temas ajenos a su espectáculo', ha informado la asociación en un comunicado".
¿Los periodistas tenían toda la razón? ¿Y si estamos equivocados? ¿Podemos preguntar lo que queramos en el momento y en el lugar que nos dé la gana? ¿O acertaba el artista al apuntar que esas preguntas no eran oportunas en ese instante porque el motivo de la convocatoria era otro? ¿Podrían haber formulado esas preguntas antes o después del acto? ¿Fallaron las formas de unos y otros? ¿Confundimos libertad de expresión y derecho a la información con un "todo vale"? ¿Nos sentimos con poder de sentenciar? ¿Quién debe pedir disculpas? ¿Las asociaciones de la prensa o colegios de periodistas defienden con la misma rapidez y contundencia a los muchos compañeros que han sido acosados o vejados en tantísimas redacciones? ¿O miran a otro lado?
Acabamos con un poco de humor. El que puso en 1993 Bobby Knight, prestigioso entrenador de baloncesto en la NCAA, para responder a un periodista durante una rueda de prensa. Aquí está el vídeo:
¿Y tú? ¿Buscas y defiendes la máxima libertad, la máxima responsabilidad y el máximo respeto? ¿Conoces otros casos de endiosamiento? Anímate a comentar o compartir estas reflexiones. Además, te invito a seguir este blog o compartirlo en busca de una comunicación de valor, calidad y rentable. Hasta el próximo sábado, si Dios quiere... Y vuela alto.
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