¿Recuerdan esa histórica película del género "spaghetti western" protagonizada por Clint Eastwood (el bueno), Eli Wallach (el feo) y Lee Van Cleef (el malo), dirigida por Sergio Leone? Su estreno fue 1966, pero todavía hoy nos sirve para la reflexión de esta semana ante la situación que, actualmente y desde hace tiempo, vivimos en los medios de comunicación. Abrimos con la noticia de una profesora que ha renunciado a seguir dando clase en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) por el tratamiento mediático del "caso Asunta". Sus declaraciones son muy duras, pero nos obligan a pensar una y otra vez: ¿contrastamos las informaciones? ¿Vulneramos el derecho a la presunción de inocencia y el derecho al honor? ¿Celebramos juicios paralelos usurpando la función de los tribunales? ¿Defendemos y protegemos a los menores? ¿El derecho a la intimidad, a la dignidad y al anonimato de todas las personas implicadas?
A través de un mensaje publicado en su perfil personal de Facebook, Carme Hermida, profesora de Gallego en la USC, criticaba el nivel ético de los comunicadores locales. Parte de una base: "Por mis aulas pasaron todos los periodistas licenciados por Santiago antes de la entrada del Plan Bolonia", lo que le lleva a tomar la decisión de dejar de formarlos, “después de ver durante estos días la información que hacen -o les obligan a hacer-" a esos antiguos alumnos suyos, así como "otros comportamientos que vienen de atrás". Concluye: "Personal y profesionalmente no tengo fuerzas para invertirlas en la formación de personas que sabes seguro que van a convertir en seres morbosos, manipuladores, mentirosos, despreciativos, pagados de sí mismos e irreflexivos".
Prácticas contrarias a la ética y a la deontología profesional
También reaccionaba el Colegio de Periodistas de Galicia, al denunciar los "abusos" de algunos medios en el crimen de Asunta. El colectivo profesional reclama la aprobación de una Ley de Garantías del Derecho a la Información y la puesta en marcha de mecanismos independientes capaces de defender a la ciudadanía de las prácticas periodísticas contrarias a la ética y a la deontología profesional.
Imagen tomada de www.eldiario.es
Precisamente, el Código Deontológico del Periodismo Gallego resalta que "el primer deber del/la periodista es la búsqueda de la verdad y su esencia es la disciplina de la verificación". Al mismo tiempo, llama a evitar "la difusión de suposiciones y rumores", así como aconseja "difundir únicamente informaciones fundamentadas, evitando en cualquier caso afirmaciones o datos imprecisos y sin base de sobra, que puedan lesionar o menospreciar la dignidad de las personas". Igualmente, pide "observar escrupulosamente el principio de presunción de inocencia en las informaciones y opiniones relativas la causas o procedimientos penales en curso".
Llamamiento a la responsabilidad
A su vez, los citados Colegio de Periodistas de Galicia y la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la USC realizaban un llamamiento conjunto a la "responsabilidad" de los editores y de las fuentes informativas, acerca del tratamiento relativo a la muerte de la niña Asunta Basterra. Ambas instituciones subrayaron que en la cobertura de algunos medios "hubo importantes deficiencias en la calidad informativa" y reclaman "que no se desvirtúe" la finalidad de "garantizar el derecho a la información veraz y a la opinión libre".
Reaccionemos. Hagamos examen de conciencia, pero con propósito de enmienda real y efectivo. Sí es verdad que hay quienes busca el sensacionalismo, el morbo y hasta lo macabro (por iniciativa propia o por presiones de nuestros superiores). Sí es cierto que hay quienes alargan informaciones de manera innecesaria, implicando a terceros y utilizando otras voces no autorizadas.
Más medidas concretas para poner freno a esta situación. Sellar a fuego la ética y la deontología profesional con la necesaria Ley Orgánica de Garantías del Derecho a la Información de la Ciudadanía (LOGDIC) que hace años propusieron los colegios profesionales y los sindicatos que forman parte del Foro de Organizaciones de Periodistas. Poniendo en marcha un Consejo Corregulador de Periodismo (independiente de las Administraciones, integrado por representantes de los periodistas, de las empresas de comunicación, del Poder Judicial, de la Universidad y de las asociaciones de consumidores) que haga cumplir el código deontológico de la profesión aprobado por la Federación Internacional de Periodistas. Quizás nos sirvan como referencia, de alguna forma, los consejos de regulación del sector audiovisual de Catalunya y Andalucía. O cómo en el Reino Unido se pusieron de acuerdo para crear una autoridad independiente con capacidad para sancionar a los medios que falten a la ética.
"El bueno" de la película: dar es la mejor comunicación
Vamos terminando en positivo. Muchísimos comunicadores son "los buenos" de la película. Con sus artículos, reportajes, entrevistas, programas de radio o televisión contribuyen a engrandecer los valores del ser humano. Así lo hace "Entre todos", de TVE, que presenta nuestra compañera Toñi Moreno. Allí, el pasado jueves, numerosos famosos y ciudadanos anónimos se volcaron para lograr los 146.000 euros que costaban unas prótesis que una joven necesitaba tras sufrir una infección en la sangre, perder un 90% de audición y amputarle las manos y los pies. Entre los que apoyaron, Anne Igartiburu movilizó a todos sus amigos enviándoles mensajes durante todo el día. Lograron tres retos: ayudar a esa persona, enaltecer el Periodismo y abrirnos el corazón.
Concluimos con otra muestra más de cómo podemos y debemos mejorar el mundo desde la Comunicación y, cómo no, desde la Publicidad o en cualquier ámbito de nuestras vidas. Nos la descubre esta vez el profesor Francisco Pérez Latre con "Giving", un anuncio de una empresa de telefonía móvil tailandesa que destaca por la humanidad de su mensaje: "Giving is the best communication" (dar es la mejor comunicación). Aquí puedes ver este maravilloso vídeo. Olé.
¿Y tú qué papel juegas en la película de tu vida? ¿De bueno, feo o malo? Anímate a comentar o compartir estas reflexiones. Además, te invito a suscribirte para leer otras más en busca de un Periodismo y una Comunicación de valor, calidad y rentable. Hasta el próximo sábado, si Dios quiere... Y vuela alto.
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