"Estás demasiado obsesionado con el fútbol, cariño, y me haces falta". A lo que él respondió indignado: "¡Qué falta, si ni si quiera te he tocado!" Leamos más allá del chiste para descubrir cómo los medios de comunicación ofrecen demasiada carne, pan y circo. Dicen que para sobrevivir. Sus directivos siguen convencidos de que el éxito es vender programas sobre asuntos de faldas o infidelidades. Igual que debates alocados acerca de absurdas rivalidades deportivas. Lo mismo que todavía aceptan difundir anuncios vinculados a la prostitución. Respaldan sus argumentos en los datos de audiencias y de ingresos por publicidad. También así justifican sus desmedidos apoyos mediáticos a determinados personajes públicos sin importarles la deontología profesional. Pero, ¿merece la pena vender nuestra dignidad, nuestra ética o libertad, por un plato de lentejas? ¿Te rebelas para dejar de ser títere?
"Lo esencial es invisible para los ojos"
Tomemos las riendas de nuestras vidas. Nademos contracorriente. Atrevámonos a decir que no. Despertemos del letargo burgués para renacer. El cuento de Saint-Exupéry "El principito" (1943) es un tesoro de ideas: "Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!" (...) He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos".
Y el corazón funciona realmente cuando está vinculado, unido, a través de un amor puro, ético: "Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado". Es decir, dos capacidades esenciales del ser humano (amor y conocimiento) se asocian a la capacidad de vincularse. Más que una persona con autonomía absoluta, se apuesta por el ser humano entendido como alguien esencialmente en relación con los demás. Frente a las aptitudes de dominio, busquemos las de encuentro y respeto, de igual a igual.
"¡Sí, cada vez más vivo -más profundo y más alto-, más enredadas las raíces y más sueltas las alas! ¡Libertad de lo bien arraigado! ¡Seguridad de infinito vuelo!". Son palabras de Juan Ramón Jiménez extraídas de su obra "Piedra y cielo" (1919) que nos sirven de referencia en esta lucha por reconquistar nuestras vidas y, cómo no, la verdadera Comunicación, la esencia del Periodismo.
"Un periodista debe saber decir no"
De una forma más directa lo expresa en una entrevista Josep Lluís Fitó, periodista y escritor, miembro del Comité de Empresa de la Televisión Pública Valenciana (RTVV): "Un periodista debe saber decir ´no´, pero muchos colegas no han sabido" (publicado en levante-emv.com). Habla de disconformidad con la línea informativa del medio, denuncias por manipulación, represalias... "Cada uno tiene un grado de responsabilidad en función de lo que ha consentido manipular o dejarse manipular. Un periodista ha de denunciar eso (...) Hay compañeros que han sido cómplices de la manipulación informativa. Porque siempre estamos a tiempo de decir que no. Un periodista ha de ser consciente de si está mintiendo, manipulando y engañando a los propietarios de esa televisión, que son los valencianos. Y ha de saber decir 'no'. Pero muchos colegas no han sabido decir que no. Ellos sabrán por qué".
Decide cambiar las reglas y escribe tu historia
Acabemos pensando en si cada uno de nosotros somos manipulados voluntaria o involuntariamente. Entonces, rebelémonos contra aquellos que pretenden escribir el guión de nuestra vida. Iniciemos la carrera hacia la libertad. Así lo refleja este original anuncio de publicidad. Una historia trepidante repleta de giros sorprendentes. Está protagonizada por una mujer que, harta de ceñirse al guión que siempre le marca un escritor que le acompaña a todos lados, decide cambiar las reglas y componer su propia historia, empezando una espectacular y exótica carrera para conquistar su libertad. Aquí puedes ver el vídeo.
¿Y tú? ¿Te sientes manipulado o manejas tu vida? ¿Quieres separar el grano de la paja y te vas a rebelar? Anímate a comentar o compartir estas reflexiones. Además, te invito a suscribirte para leer otras más en busca de un Periodismo y una Comunicación de valor, calidad y rentable. Hasta el próximo sábado, si Dios quiere... Y vuela alto.
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